sábado, 18 de noviembre de 2017

El manantial de la doncella (1960)

✮✮✮✮
Año: 1960
Director: Ingmar Bergman
País: Suecia

Mejor escena: el surgimiento del manantial.
Parlamento memorable: "Dios, tú lo viste, dejaste que pasara. ¡No te entiendo! Pero aun así pediré por tu perdón".

El Manantial de la Doncella es una tragedia bucólica que aborda temas de religión, el problema del mal y la soledad humana.


La historia es como una leyenda campestre de la Suecia medieval, con una naturaleza benigna y maligna, además de unas probables fuerzas invisibles que afectan a los personajes. Ingmar Bergman nos dibuja un día en la vida de estos personajes del medievo: con sus costumbres, códigos morales y la influencia, bastante firme, de la religión. La temática religiosa también demuestra el conflicto, aunque indirecto y oculto, entre el paganismo y el cristianismo.

Bergman también otorga parlamentos de poesía dramática a sus personajes, principalmente a partir de la tragedia de la doncella. Se expresan metáforas sobre la culpa, el problema del mal, la injusticia o el abandono de dios. Esto es creado en gran parte por la guionista, Ulla Isaksson.

La cinematografía es bastante deslumbrante, con un blanco y negro luminoso. Aunque el aspecto a veces se torna muy oscuro, especialmente en los interiores. Hay profundidad en el encuadre y una ambientación rústica y de naturaleza verde.

El inicio es una pensativa escena con el personaje de Ingeri, quien se ve apesadumbrada por algo desconocido (clamando por la "venida" de Odín). Esto es significativo porque la siguiente escena nos muestra un rezo matutino hacia Jesucristo (incluido un pequeño acto de auto-flagelación en conmemoración del Viernes Santo). En tan poco tiempo se percibe la coexistencia (incompatible) de ambas creencias.

Los personajes representan la cultura religiosa de la época; con sus pláticas cotidianas que incluyen referencias católicas como refranes sobre la influencia del diablo:

"(...) el diablo seduce a los inocentes y 
busca destruir la bondad antes de que pueda florecer"

Es un parlamento casual pero bien podría considerarse un presagio narrativo esencial.

Y como parte de tal presagio, Märeta, la madre, hasta se preocupa por unos "sueños malvados" que había tenido. A primera vista tales parlamentos parecen meros "adornos literarios" pero luego de ver el destino fatídico de Karin se redescubren estas frases alegóricas (aunque los "sueños malvados" si me dieron que pensar desde el inicio).


La pagana nórdica reprimida


Las interacciones de Ingeri con la familia escenifican un conflicto por individualismo. Ingeri es despreciada por la moral católica debido a su liberación sexual (y probablemente sospechen de su creencia en los dioses nórdicos). En un momento se burla cuando la comparan negativamente con la "pureza" de Karin. La promoción de la castidad le parece pura hipocresía, Karin tiene los mismos deseos sexuales que ella. Recordemos además que Ingeri es pagana nórdica; el catolicismo parece que la ha alienado. No obstante, hay que tomar en cuenta que este conflicto ocurre de una forma muy primitiva e instintiva (no es algo bien pensado).

El tema del paganismo nórdico afecta la tragedia de Karin pero es tan sutil que resulta casi imperceptible a primera vista. El sapo es un símbolo de "brujería" que podría considerarse como un encantamiento de Ingeri para "afectar" a la naturaleza circundante y provocar el ataque. Sin embargo, Ingeri no realiza ningún tipo de "ritual" y parece (o parecía) solamente una travesura.

En el viaje a la iglesia, nos sumergimos en las idílicas colinas pastosas de Suecia, mientras escuchamos unos madrigales medievales cantados. Casi como de un inesperado sueño se introduce la presencia de una misteriosa cabaña que parece estar rodeada de un manantial cristalino. El habitante parece un montañés cualquiera, pero luego comienza a revelarse como misterioso y casi espectral. Es llamativa la simbología del cuervo que abre la escena (¿el cual es símbolo de Odín al parecer?)... bueno, si el anciano es Odín, este relato fatalista sobre la existencia humana, ya se volvió todo un choque místico de poderes superiores... 

"En estos días ya no tengo nombre"

¿Lamento de un supuesto dios vencido?

Ingeri se muestra perturbada y quiere evitar que Karin siga en el camino (¿una prueba más de brujería?). Luego entra a la cabaña del anciano, donde éste se expresa de una forma extraña (¿y lasciva?), mostrando algunos objetos que parecen algo así como "talismanes" (o lo que sea, jeje). Ingeri observa que ha matado a alguien (el dedo cortado que le muestra) y reconoce que él también es otro pagano que le hace ofrendas a Odín. El anciano también declara que la ha reconocido... la cuestión es que de dónde (tal vez de sus actividades de brujería). Siguiendo con el aspecto místico, esta "encarnación" de Odín está respondiendo ahora al rezo de Ingeri que vimos al comienzo. Y si es así, no sé porque se comporta de forma tan grotesca (LOL).

"Escucho lo que los hombres susurran en secreto 
y veo lo que ellos piensan que nadie ve"

¿Delirio o verdadera omnipresencia?

Y entonces aparecen los pastores, con un comportamiento bufonesco, con todo y una rústica arpa para llamar la atención de Karin (LOL). Se dibuja muy bien la personalidad europea medieval (tampoco es que yo sepa sobre el comportamiento de la gente en el medievo). Debe ser por el sentido teatral de los actores...

Sin embargo, hasta ahí llega esta comedia pastoril, porque uno ya empieza a percibir el peligro. No importa el silencio, ni el suave cantar de los pájaros, hay un suspenso abrumador. Bergman filma con mucho cuidado aquí, sin mucho movimiento de cámara, pero con muchos planos amplios que generan expectativa. La escena de la violación en sí no es gráfica; es muy silenciosa y no tiene de esos primeros planos explícitos que hemos visto en algunas de las películas modernas. Bergman nos aleja un poco de la escena (y siempre con el sonido ambiental natural). El golpe fatal del pastor mudo es un gran choque emocional y lo percibo como un acto de desesperación (el otro se asusta al verlo), como que matando a Karin estuviera eliminando su propia vergüenza agobiante.

Ingeri se vio perturbada por todo pero se paralizó extrañamente (¿tal vez consideró que no debía intervenir en esta "respuesta" a su rezo a Odín?). Lo raro es que, si el sapo fue su "embrujo", no vi que haya afectado mucho a los pastores cuando se salió de entre los trozos de pan.

El tercer pastor, el niño, es otra víctima de la violación, aunque no tan exactamente. Algo exasperante es que en un momento se escucha un respiro fuerte de Karin pero sin pensarlo demasiado decide "echarle tierra" a su cuerpo, "echarle tierra", en todo el sentido de la palabra. Debido a eso, y otras de sus acciones, como tomar los pies de Karin para que no escapara, el niño no resulta totalmente "inocente". Podría decirse que ya había sido infectado por la perversión de sus hermanos. A pesar de eso, demuestra trauma o confusión psicológica, algo que se manifiesta a traves de un tipo de anorexia donde no puede comer debido a una "asociación" de la comida con la muerte de Karin. El momento de asociación ocurre cuando intenta comer uno de los panes y mastica residuos del sapo. A la hora de vomitarlo escucha el último respiro de Karin, generando su trauma (anorexia).

Justicia poética a pesar del abandono de Dios y un desenlace espiritual


La llegada de los pastores a la granja de Karin es un evento de justicia poética. Tal llegada incluye un personaje que recita algunos versos inusualmente "clarividentes" (hablando de una mujer que yació muerta antes del anochecer 😨).

"el sol brilló en toda su justicia 
y te hizo olvidar las furias del invierno"

Una metáfora shakespeareana.

Bergman se enfoca ahora en la culpa del niño pastor. Expresada en un miedo irracional y la aparición casi espectral del anterior personaje clarividente. Su monólogo aquí es uno de los mejores momentos de la película, creando una comparación entre el humo que "tiembla" bajo el techo y los humanos que "tiemblan" de miedo por lo que saben y no saben del mundo (!). También describe la escena infernal dantesca destinada para los asesinos y malhechores. Definitivamente debe ser un personaje simbólico.

Töre (Max von Sydow) experimenta un conflicto espiritual entre el "ojo por ojo" y el principio cristiano de "perdonar al enemigo" (aunque la cristiandad de Töre no resurge sino hasta después de ejecutar su venganza). Tal venganza no fue una obra impulsiva, no obstante, él tomó su tiempo hasta que amaneciera. Ahí pudo haber pensado mejor sobre lo que era justo o no.


Una gran escena con imaginería y emotividad.

El niño pastor es crucial en este desenlace brutal. Su muerte es chocante aunque no por lo gráfico sino por su significado: ¿Tenía que haber muerto? Parece un gran pecado pero no fue tan inocente como podría pensarse, él participó en el homicidio de Karin. No obstante, lo mejor era perdonarle la vida debido a las circunstancias de su corta edad junto con el hecho de haber sido víctima de la mala influencia de sus hermanos adultos (pero recordemos que éste es el siglo XIV y habían "muertes por honor", el niño incluso podría haber regresado a vengarse de Töre más adelante en su vida).

El final es poético y espiritual. Es el surgimiento del manantial que realmente se siente como un milagro o mensaje divino. Es como una hermosa respuesta divina luego del monólogo de Töre donde exclama con desesperación la sensación de abandono del ser humano en este "mundo de dios".

Como nota final tengo que decir que el monólogo de Töre es devastador. Es por la forma en que actúa Max von Sydow, un hombre que clama desesperado a dios debido a tanto sufrimiento (¡y aun así le pide perdón!).